Playa de Las Teresitas (pulsa imagen para aumentar)
Considerada por muchos la mejor playa del norte de Tenerife
La playa de Las Teresitas es una playa situada en el pueblo de San Andrés del municipio de Santa Cruz de Tenerife. Es la playa más conocida y turística de la ciudad de Santa Cruz. Se encuentra a una distancia de 7 km. del centro de la ciudad. Tiene aproximadamente un kilómetro y medio de paseo de arena dorada y fina, y esta protegida de las corrientes y oleaje por una escollera por lo que es ideal para niños. Ofrece todo tipo de equipamientos y un gran número de servicios hosteleros (restaurantes y cafeterías).
Las palmeras se mecen ante la cálida y suave brisa y sus hermosas aguas tranquilas son ideales para darse un chapuzón y refrescarse.
Asentada bajo el Macizo de Anaga, a las afueras de Santa Cruz, en el pueblo de San Andrés, esta playa cautiva la vista y relaja el alma bajo su radiante sol. Tenga en cuenta que un enclave con una reputación que le precede tiende a ser bastante concurrido, especialmente los fines de semana. Incluso siendo tan popular, la Playa de las Teresitas conserva su belleza natural y puede confundirse sin el menor género de dudas con una playa caribeña.
Además, siempre hay algo que hacer. Quizá le apetezca unirse a un partido de voleibol o participar en una clase de yoga o aeróbic, que frecuentemente se imparten en sus arenas. Las instalaciones son buenas, con numerosas sombrillas, tumbonas, duchas y una gran selección de bares y restaurantes al lado de la playa.
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No solamente en verano sino también en invierno puedes relajarte en este bello arenal artificial a escasos kilómetros de la capital tinerfeña. Digo artificial porque la arena que posee desde hace unos años es de tonos claros y no de arena oscura como es habitual en la isla.
Hace años sobre la playa de arena negra, se echó arena blanca traída del desierto del Sáhara, y se construyó un dique rompeolas para evitar el oleaje, de ahí que esta playa bastante grande con bandera azul y un paisaje espectacular sea considerada como una de las mejores, con todos los servicios que se corresponden con una playa urbana.
Se trata de una playa artificialmente transformada en la década de 1970 sobre otra preexistente de arena negra volcánica. La playa original, que recibía los nombres de Tras la Arena y Las Teresas, entre otros, se rellenó de arena traída del desierto del Sáhara para ampliar su extensión, construyéndose también un dique rompeolas para evitar el oleaje.
El rompeolas es una construcción que protege la playa del oleaje. Se trata de una acumulación de rocas de grandes dimensiones, con una longitud aproximada de un kilómetro, limitada por dos espigones que parten de la zona de la cofradía de pescadores de San Andrés y de la Punta de Los Órganos. Presenta dos bocanas en sus extremos.
Dista una media de 150 m desde la orilla, aunque varía mucho; con la marea baja al mínimo dista unos 110 m, registrándose casos extremos de hasta 90 m. Con la marea alta se encuentra a una distancia de entre 175 y 200 m, documentándose un caso en que la masa de agua invadía toda la playa y el rompeolas no era visible desde la costa. Desde el espigón sur dista de 25 a 30 m, y desde el espigón norte, 10 m.
Entre los 22 m (marea baja) y los 60 m (marea alta) se encuentra el escalón. Este es un corte de la arena artificial. Normalmente, y con la marea baja, se encuentra a metro y medio de la superficie y desciende hasta los cuatro metros. A partir de aquí, desciende lentamente hasta llegar al inicio del rompeolas. La apnea está permitida, pero no es recomendable. En cuanto al relieve, hay grandes rocas esparcidas, visibles incluso en la superficie, debajo del agua, y sin protección ocular.
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