En la vertiente oriental de la isla, las enormes laderas que forman el Parque Nacional del Teide se van suavizando gradualmente hasta la costa, en el municipio de Arico se encuentra el pueblo pesquero de Tajao, referencia gastronómica indiscutible de la costa sur.
Coordenadas GPS de latitud y longitud 28º 9' 59.7708", -16º 25' 41.0628" / 28.166603,-16.428073 (en grados decimales). Se accede a Tajao por la Autopista TF-1 por la entrada del PIRS a la altura del kilómetro 46.
Dos estrechas calles perpendiculares al litoral y un pequeño paseo marítimo, junto a las embarcaciones, acogen una nutrida selección de establecimientos en los que poder degustar los preciados frutos extraídos del mar.
Bajo los rótulos de: Restaurante Punta Abona, Manolo II, El Rocás, Playa Tajao, Las Arenas, La Laja, el Chorro, Ricón del Marinero o Tabaibarril se exponen las ricas piezas que en ese mismo día han sido capturadas por los vecinos de la villa.
Después de su cuidada selección, basta unos pocos minutos de plancha para que tan frescos manjares sean puestos a disposición del visitante.
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Estas piezas, de nombres tan tentadores como la vieja, la cabrilla, el pedregal, la sama, la morena, los salmonetes, el gallo, la bocanegra, el cantarero o el pámpano se exponen el los restaurantes de Tajao. Como acompañamiento: las ensaladas, papas arrugadas, gofio, buen mojo canario y vinos blancos de la tierra, jóvenes y afrutados.

San Miguel de Tajao
Desde el siglo XIX ya se tienen datos de la existencia de un pequeño caserío en la actual ubicación de Tajao. Por entonces los pescadores se asentaban en el lugar denominado como La Caleta, que hacía las veces de embarcadero. Mas la progresiva salinización del agua de los pozos con que contaba hizo que los pescadores se trasladaran al lugar de Tajao tras el descubrimiento de un nuevo manantial. De esta manera los trabajadores del mar y algunos otros vecinos de El Poris fueron construyendo el incipiente puerto de mar.
Llegado el siglo XX, por la dureza climatológica que soportaban muchos meses del año, se comenzaron a realizar otras labores agrícolas como complemento a los trabajos relacionados con el mar, estas faenas eran desempeñadas por las mujeres de la localidad. Con el paso del tiempo, en la segunda mitad del siglo, se refrescó la economía debido al importante incremento de la pesca del atún. Esto hizo que se renovara la flota pesquera, con la modernización de las embarcaciones y el uso de barcos de mayor capacidad y nuevas formas de pesca. En la actualidad la pesca del atún se sigue practicando auque en menor cantidad.
Hasta hace bien poco, finales de los ochenta, el pueblo carecía de los más elementales servicios, pero con el esfuerzo de sus habitantes se le dotó de agua corriente, luz eléctrica, mejora de los accesos por carretera. Entonces también se constituyó su Cofradía de pescadores que agrupa a un nutrido grupo de profesionales dedicados a la pesca de bajura.

Como lo es su cocina, llena de sabor y sensaciones, San Miguel de Tajao es una interesante opción para disfrutar de buenos momentos bajo la sombra del Teide.
Texto: Luis Medina – revistaiberica - Fotografía: Annie Subra - annie.subra@vivelavis.fr & Banco de imágenes Fotocomposición: isladetenerifevivela@gmail.com
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