Siglos XVI y XVII
La finalización de la conquista de las islas quedó reflejada en la titulación oficial de los monarcas españoles, que pasarán a titularse “reyes de las islas de Canaria”, lo que suponía otorgar al archipiélago el rango de Reino. Sin embargo, este hecho no llevaba aparejada necesariamente la concesión de un escudo heráldico propio. Las únicas concesiones de armerías que se hicieron en los años posteriores a la conquista fueron las de los cabildos de las tres islas de realengo: Gran Canaria, Tenerife y La Palma, pero el conjunto de las islas, al carecer de cualquier institución o dignidad que abarcase al conjunto de su territorio, no se vio dotado formalmente con ningún blasón distintivo.
La finalización de la conquista de las islas quedó reflejada en la titulación oficial de los monarcas españoles, que pasarán a titularse “reyes de las islas de Canaria”, lo que suponía otorgar al archipiélago el rango de Reino. Sin embargo, este hecho no llevaba aparejada necesariamente la concesión de un escudo heráldico propio. Las únicas concesiones de armerías que se hicieron en los años posteriores a la conquista fueron las de los cabildos de las tres islas de realengo: Gran Canaria, Tenerife y La Palma, pero el conjunto de las islas, al carecer de cualquier institución o dignidad que abarcase al conjunto de su territorio, no se vio dotado formalmente con ningún blasón distintivo.
Sin embargo, a comienzos del siglo XVI se fue extendiendo entre los heraldos europeos la idea de que todo territorio dotado de un título de soberanía (reinos, principados, señoríos) debía tener un emblema heráldico que lo identificara, aunque no existiera ninguna institución que hiciera uso de él.
Un manuscrito de fecha anterior a 1580, titulado Nobiliario de España y escrito por Alonso Téllez de Meneses, presenta como armas del Reino de Canarias un escudo de oro con tres cañas de azúcar de sinople y un can atrauesado de púrpura con collar de oro. También este emblema parece totalmente fantástico, pero es de resaltar el hecho de que aparezca por primera vez la figura del can o perro, haciendo referencia a la hipótesis más extendida sobre el origen del nombre de Canarias.
De esta misma época sería otra descripción o representación del escudo de Canarias en la que se habría basado el anónimo autor del mapa titulado Plan de las Afortunadas Islas del Reyno de Canarias, y fechado por Juan Tous Meliá hacia 1765. Aquí figura un escudo que el texto del mapa describe así: Este escudo es el del Reino de las Canarias: 7 Yslas de plata sobre ondas de mar azul y blancas y la faxa blanca en lo alto que simboliza ser Reyno feudatario; y en el gefe del escudo unas letras que dizen Occeano de Oro. Yta Salazar.