Desde el mirador de Boca Tauce, Pico Viejo roba el protagonismo al Teide. Las negras coladas de su última erupción en 1798 se mezclan en la panorámica con los marrones y ocres de otros materiales volcánicos. Las retamas salpican de verde este paisaje aparentemente desértico.
El mirador de Boca Tauce está situado en los cruces de las carreteras TF 21 y TF 38, dentro del Parque Nacional del Teide. Desde esta singular atalaya se puede contemplar el conjunto Teide - Pico Viejo, estratovolcán que alcanza en su parte más alta, su cono terminal, una altitud de 3.718 m. Las coladas de lava se deslizan por las laderas de este espectacular volcán adquiriendo una gran variedad de tonalidades, que dependen de la antigüedad de la emisiones lávicas. Las más viejas presentan un color oscuro, que cambiarán con el paso del tiempo hasta alcanzar tonos más rojizos debido a la oxidación de sus materiales.
Las lavas que se divisan desde este mirador son de los tipos aa (llamadas malpaís en Canarias) y pahoe-hoe, en función de la composición del magma, de la temperatura que alcance la lava en el momento de la emisión. Las pahoe-hoe son lisas y las aa presentan una superficie cortante (cuesta caminar por ellas).
Puesto que estábamos alojadas en Costa Adeje (sur de isla), nuestra ascensión al Parque Nacional del Teide la hicimos de Sur a Norte, a través de la Ctra. TF-21 pasando por Vilaflor y atravesando el Parque Natural de la Corona Forestal. En el Km 53 de esta carretera se halla el primer mirador, llamado Boca de Tauce. Aquí el paisaje cambió por completo, pasando de frondosos bosques de pinos a un paisaje árido y lunar provocado por la lava emanada de la erupción volcánica, siempre con el imponente Teide como telón de fondo.
El siguiente mirador sería la Zapatilla de la Reina, un poco más arriba.
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