Tenerife encierra mil y un paisajes. En la costa, el litoral escarpado y rocoso del norte contrasta con la suavidad de las playas de la zona sur. Si te adentras hasta las medianías, encontrarás laderas donde la tierra está peinada en bancales de cultivo alrededor de pueblos y caseríos rurales; también ciudades que guardan la historia de la isla y el trasiego de gentes y mercancías a ambos lados del Atlántico desde hace siglos.
En las zonas más altas se desplegará ante tus ojos el verde del pinar y de los bosques de laurisilva, donde se refugia una gran diversidad de formas de vida. Ya más arriba, la cumbre, en cotas superiores a los 2.000 metros, está lejos de la influencia de las nubes de los alisios, bajo un sol abrasador, azotada por los vientos y cubierta de nieve en los inviernos más fríos.
- Si quieres disfrutar los paisajes de Tenerife, tienes que verlos
- En todos estos paisajes podrás encontrar evidencias del vulcanismo antiguo y reciente, pero si hay un lugar donde la geología cobra especial protagonismo, ese es, sin duda, el Parque Nacional del Teide, donde las sucesivas erupciones volcánicas han pintado el paisaje con una amplia gama de colores y texturas.
Si dedicas un poco de tiempo a recorrer la isla, los numerosos miradores que encontrarás a lo largo de la red de carreteras son una buena opción para asomarte a la variedad de paisajes de Tenerife.
El Bailadero (1)
Desde el mirador de El Bailadero te asomarás a lo alto del fértil valle de Taganana, enmarcado por un arco de montañas de cumbres aserradas.
Laderas abajo, entre terrazas de cultivo y viñas, se extiende el pueblo de Taganana, en el que algunos rincones recuerdan aún la prosperidad que antaño le proporcionó el comercio de vinos con Europa.
Pico del Inglés (2)
Rodeado del monteverde del Parque Rural de Anaga, se abre el mirador del Pico del Inglés. Desde aquí se divisa el barranco de Tahodio, con su presa en el fondo, y a tu espalda el barranco de Afur. En un segundo plano, los núcleos urbanos de Santa Cruz y, sobre el Valle de Aguere, San Cristóbal de La Laguna. En la lejanía, desdibujados por la distancia, la costa del Valle de Güímar, y la dorsal de Pedro Gil con El Teide al fondo.
Mirador de La Cruz del Carmen (3)
Inmerso en el bosque de laurisilva del Parque Rural de Anaga, este mirador ofrece una extensa panorámica de la Vega Lagunera, donde se encuentra San Cristóbal de La Laguna, ciudad Patrimonio de La Humanidad. Al fondo, las cumbres de la dorsal de Pedro Gil, rematadas por la solemne presencia de El Teide. Puedes acercarte a la Mesa Mota, atalaya natural por excelencia para ver a vista de pájaro el trazado histórico de las calles de La Laguna.
Mirador de San Pedro (8)
Este mirador es el lugar ideal para asomarse a la costa norte y al Paisaje Protegido de la Rambla de Castro.
Las palmeras envuelven las huellas que el ser humano ha dejado a lo largo de la historia: cultivos de plataneras, la Hacienda de Los Castro, el antiguo elevador de aguas de La Gordejuela, la ermita de San Pedro y el fortín de San Fernando son algunas de las más destacadas.
Mirador de Mazapé (12)
Desde este mirador, la costa norte tinerfeña se desplegará ante tus ojos; desde la Isla Baja de Daute hasta la costa de Acentejo. A tu alrededor, los valores naturales de tres Espacios Naturales Protegidos compiten por ofrecer las mejores vistas: el Paisaje Protegido de Los Acantilados de La Culata, el Sitio de Interés Científico del Barranco de Ruiz y el Paisaje Protegido de Campeches, Tigaiga y Ruiz.
Mirador de Altos de Baracán (15)
Este mirador se sitúa justo en la línea que separa la vertiente húmeda de la isla de Tenerife y la más seca.
Su estratégica posición te brinda la posibilidad de contemplar el verde Valle del Palmar, orientado al norte, y los profundos barrancos orientados al sur. Si decides acercarte hasta aquí tendrás una amplia visión de las dos caras del Parque Rural de Teno, en el extremo más occidental de Tenerife.
Mirador de La Cruz de Hilda (16)
Desde la Cruz de Hilda puedes divisar el caserío de Masca, localizado en la cabecera del barranco del mismo nombre.
Este caserío constituye una de las estampas más representativas del viejo macizo de Teno. A su alrededor, bancales de cultivo, palmerales y un extenso retamar–tabaibal colonizando antiguas huertas ladera arriba, completan la panorámica desde este mirador.
Mirador de Archipenque (18)
Este mirador ofrece una visión única, en la que las lomas de Ñifa, Guergues y Abache, en el suroeste del Parque Rural de Teno, se transforman en imponentes cantiles costeros de cerca de 500m de desnivel sobre las aguas calmas de la cara occidental de la Isla. En primer plano, el puerto deportivo y las urbanizaciones de Los Gigantes completan esta típica postal de destino turístico. Al fondo, la Punta de Teno marca el fin de la Isla en su extremo noroccidental.
Mirador de Chirche (19)
Este mirador ofrece una panorámica de la costa y medianías de Guía de Isora, en la que se incluyen importantes joyas de nuestro patrimonio rural y natural. Los caseríos de Chirche y Aripe constituyen el eje central de un espacio protegido como Bien de Interés Cultural. Más al fondo, sobresale en el paisaje el Monumento Natural de Montaña de Tejina, un antiguo domo volcánico que preside el municipio de Guía de Isora.
Mirador de La Centinela (20)
Desde el mirador de La Centinela podrás contemplar un paisaje que incluye los núcleos poblacionales y la costa del sur de la isla de Tenerife. Este paisaje aparece sembrado de estructuras volcánicas, como la Reserva Natural Especial de Montaña Roja, el Monumento Natural de Montaña de Guaza o la Reserva Natural Especial del Malpaís de Rasca. Los cultivos bajo plástico y la vegetación, que va colonizando el campo abandonado, terminan de definir este espacio.
Mirador de Los Campitos (23)
El puerto y la ciudad de Santa Cruz de Tenerife son los grandes protagonistas de la vista desde este mirador.
La urbe que bulle bajo tus pies se extiende desde los límites con el Parque Rural de Anaga, avanzando lentamente hacia el suroeste, donde se sitúa actualmente el desarrollo urbanístico, y en dirección ascendente hacia el municipio de San Cristóbal de La Laguna.
Mirador de Montaña Grande (24)
Inmerso en el pinar del Paisaje Protegido de Las Lagunetas, el paisaje que podrás contemplar desde este mirador te acercará a las ciudades de Santa Cruz y La Laguna. Desde aquí se aprecia la expansión de la urbe hacia las tierras de medianías del municipio de El Rosario, donde aún predomina un paisaje agrario que sirve de nexo de unión entre la ciudad y el pinar. Al fondo se levantan las accidentadas líneas que definen el macizo de Anaga.
Mirador de Ortuño (25)
Dentro del Parque Natural de Corona Forestal se encuentra el mirador de Ortuño, desde donde se divisa, en días despejados, el Valle de La Orotava desde la cumbre hasta la costa. Sobre el valle se derraman los núcleos poblacionales, más densos en torno a La Orotava y el Puerto de La Cruz. En las cumbres, el verde manto de pinar se extiende hasta las faldas del Teide, donde es sustituido por los colores ocres de sus laderas.
Mirador de Chivisaya (26)
Este mirador despliega ante ti una completa vista del Valle de Güímar. Entre las poblaciones de Arafo, Candelaria y Güímar se intercalan las antiguas parcelas de cultivo y los actuales invernaderos. Por último, tres Espacios Naturales Protegidos evidencian el alto valor natural de este entorno: Reserva Natural Especial del Malpaís de Güímar, el Paisaje Protegido de las Siete Lomas y el Parque Natural de Corona Forestal.
Mirador de Cumbres del Sur o Chimague (28)
El Mirador de Chimague se sitúa en lo alto de las cumbres de Arafo, desde donde se puede contemplar una extensa vista del Valle de Güímar y de la tupida masa de pinar del Parque Natural de Corona Forestal. En días despejados, puede apreciarse la isla de Gran Canaria sobre el horizonte; el cromatismo que produce la proyección de la sombra de las nubes sobre el mar, aporta tonos de notable calidad a la panorámica.
Mirador de Cumbres del Norte o Chipeque (29)
Desde el Mirador de Chipeque, si el mar de nubes no lo impide, se puede divisar una amplia panorámica del Valle de La Orotava y los núcleos de población que lo conforman. Presidiendo esta estampa se levanta el Teide.
Al fondo, desdibujado por la lejanía, el macizo de Teno y, en el horizonte, abrazada por el mar de nubes, la isla de La Palma.
Mirador de La Crucita (31)
Este mirador es un balcón natural sobre la caldera de Pedro Gil, donde se alza el volcán histórico de Arafo o volcán de Las Arenas, que entró en erupción por última vez en 1705.
A continuación, se despliega en el paisaje el Valle de Güímar, con frecuencia oculto bajo el mar de nubes, y al fondo la silueta de la isla de Gran Canaria.
Mirador de La Tarta (32)
Desde este mirador, situado en una de las puertas de acceso al Parque Nacional, podrás contemplar las cumbres más altas de Tenerife, presididas por el Teide. A sus pies, el denso pinar del Parque Natural de Corona Forestal bajo el que se despliega el Valle de La Orotava. Sin embargo, la mayor parte del año, el Valle aparece oculto bajo el espeso mar de nubes que genera los vientos alisios, un espectáculo que también vale la pena contemplar.
Mirador de Los Roques de García (39)
Este mirador te ofrece una amplia panorámica del Llano de Ucanca y de la pared sur del circo de Las Cañadas. Flanqueando el mirador se alinean los Roques de García, restos rocosos de un antiguo muro que separaba en dos esta enorme caldera de Las Cañadas. Entre las curiosas formas
que la erosión ha esculpido, destacan el roque Cinchado, La Catedral y La Cascada.
Mirador de Boca Tauce (43)
Desde el mirador de Boca Tauce, Pico Viejo roba el protagonismo al Teide. Las negras coladas de su última erupción en 1798 se mezclan en la panorámica con los marrones y ocres de otros materiales volcánicos. Las retamas salpican de verde este paisaje aparentemente desértico.
Ver también: ➡ Miradores de Tenerife - Mapa Web