Los antiguos habitantes de Canarias eran un pueblo entroncado con los antiguos bereberes del norte de África. Hasta mediados del siglo XX, algunos investigadores defendieron una teoría que vincula a las poblaciones bereberes con los germánicos; sin embargo, esta teoría es rechazada actualmente por historiadores y antropólogos. En cuanto al poblamiento de las islas, las teorías más aceptadas en la actualidad son aquellas que defienden que estas poblaciones fueron traídas o bien por los fenicios o bien por los romanos.
Historia y Guanches
- Historia de Canarias (en dibujos animados)
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Otra hipótesis indica que existieron sucesivas oleadas migratorias producidas primero por la desertización progresiva del desierto del Sáhara y después por la presión del Imperio romano sobre el norte de África. Además, tanto el tipo humano como las raíces lingüísticas apuntan a una casi segura procedencia bereber. En todas las Canarias existen topónimos de clara ascendencia bereber o tamazight (Tegueste, Tinajo, Tamaraceite o Teseguite).
Las principales actividades económicas de estas poblaciones eran el pastoreo, la agricultura, la recolección de frutos y bayas y el marisqueo en las costas.
A mediados del siglo XVI, la población del conjunto de las Islas Canarias, no superaba los treinta y cinco mil habitantes. Esta población se concentraba principalmente en las islas de Gran Canaria y Tenerife (aproximadamente las tres cuartas partes de total).
Tenerife era la isla más poblada con una población entre nueve y diez mil habitantes, de los que unos dos mil quinientos serían descendientes de los antiguos guanches y aborígenes de otras islas, especialmente grancanarios y gomeros, y esclavos africanos, tanto berberiscos como negros, y el resto eran sobre todo portugueses y castellanos, y también grupos de genoveses, flamencos, franceses, judíos, etc. A finales de aquel siglo la población ascendía a algo más de veinte mil habitantes.