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La cueva en la actualidad |
Fue la residencia de invierno del mencey de Güímar
En esta cueva han aparecido diversos utensilios arqueológicos de época guanche, siendo un lugar de gran importancia arqueológica. En la cueva los guanches rindieron culto a la Virgen de Candelaria (patrona de las Islas Canarias) como la diosa Chaxiraxi, adorada en Canarias hasta la conquista española, hasta que la imagen fue identificada con la Virgen María y trasladada por los mismos guanches a la Cueva de Achbinico en Candelaria.
Chinguaro es una palabra de origen guanche que significa barranquillos y que designa un pequeño barranco situado en la medianía baja del Valle de Güímar, siendo el hábitat natural del mencey de Güímar y hoy se reconoce como sitio histórico, con la categoría de Bien de Interés Cultural, por ser también la primera morada de la virgen de Candelaria, tras su aparición a los guanches en las playas de Chimisay.
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Ermita y Cueva Dibujo de J.J. Williams (pricipios del siglo XIX) |
La Cueva de Chinguaro fue el primer santuario de la Virgen de Candelaria, y el primer santuario aborigen que contuvo una imagen cristiana en el Archipiélago Canario, aunque en ese momento los guanches seguían en su religión animista, diversas creencias en las que tanto objetos, útiles de uso cotidiano o bien aquellos reservados a ocasiones especiales, como cualquier elemento del mundo natural, montañas, barrancos, el cielo, la tierra, determinados lugares característicos, rocas, plantas, animales, árboles, etc. están dotados de alma y son venerados o temidos como dioses. Si bien dentro de esta concepción cabrían múltiples variantes del fenómeno, como la creencia en seres espirituales, incluidas las almas humanas, en la práctica la definición se extiende a que seres sobrenaturales personificados, dotados de razón, inteligencia y voluntad, habitan los objetos inanimados y gobiernan su existencia. Esto se puede expresar simplemente como que todo está vivo, es consciente o tiene un alma.
Chinguaro fue un lugar de peregrinación desde la conquista de la isla, este lugar resultó afectado por la construcción de la Charca de las Cruces en las primeras décadas del siglo XX. A finales de la década de los 70 se derrumbó la ermita y en los años 90 se realizaron varias campañas de excavaciones arqueológicas del cabuco y las cuevas originales.