Los Trajes Típicos de Las Islas Canarias occidentales (provincia de Santa Cruz de Tenerife), son modelos de vestimenta que se han popularizado siendo considerados como los más representativos de las islas del archipiélago. En algunos casos como lo son los de la isla de La Palma y El Hierro, estos modelos procuran ser fieles reproducciones correspondiéndose con los que usaba la población en épocas pasadas. En otros trajes como los de la isla de Tenerife y La Gomera, conviven elementos antiguos pero de distintos periodos históricos.
- Para la confección de su indumentaria los isleños, en su gran mayoría, empleaban géneros de producción local a base de lana, lino y seda.
Con el lino tejían grandes lienzos, muy estimados por su durabilidad. Con ellos se confeccionaba la lencería personal y doméstica, siendo lisos y más o menos blanqueados para la primera, y con algunas listas de color en el segundo de los casos. Para ropas especiales también se usaban telas más finas de lino o algodón de origen foráneo.
La lana del país, de cierta aspereza pero de gran resistencia, permitía la tejedura de tafetanes y sargas que también podían ser con mezclas de lino o algodón. Se empleaba en colores naturales o se teñían con productos de la tierra. Existía mucha afición por los colores saturados y vivos, mezclándolos entre sí dando sorprendentes resultados.
La seda se teñían en una amplia variedad cromática y con ellas se tejían tafetanes lisos, listados o a cuadros, terciopelo sargas, cintería, galones, etc. Estas telas eran las usadas para la confección de las sayas, jubones y justillos de fiesta , gala y los complementos, como podían ser las medias, los pañuelos, las manteletas, etc.
El atuendo femenino sigue pautas que tomaron forma en el Renacimiento, introducidas en el Archipiélago Canario con la colonización española.
La mujer se ha cubierto la cabeza, de manera tradicional, con prendas de diferentes orígenes y materiales: sombreros de fibras vegetales o fieltro de confección local; monteras de género tejido de lana de varios tipos, y bajo ellos, prendas como mantillas, pañuelos, tocas, etc., que podían usarse solas o combinadas entre sí.
Para vestir el torso empezaban con la blusa de manga larga o corta; sobre ella el justillo, el jubón y la chaqueta. Como complementos, los pañuelos de hombros y mantoncillos y para abrigarse, los capotillos de lana o los grandes mantones conocidos por “sobretodos”.
De la cintura hacia abajo llevaban un número variable de enaguas, el refajo rojo de lana y el manteo o saya exterior (falda). En el siglo XIX se populariza el delantal. Las piernas se visten con medias de lana o lino en sus colores naturales, y en algunas ocasiones especiales, de seda bordada. El calzado estaba constituido por zapatos de orejas para amarrar o del tipo de escarpín con o sin hebillas.
- Aunque la indumentaria era similar en todas las islas, cada una guarda pequeñas peculiaridades en especial en las prendas de abrigo y los tocados.
Isla de Tenerife

Si la Manta esperancera es la prenda más característica del campesino, el pequeño sombrero de palma lo es de la campesina. Producto de la evolución de un sombrero mayor, se redujo su tamaño para adaptarlo a las dimensiones del ruedo (pañuelo enrollado en espiral que se usaba para cargar en la cabeza). Su forma definitiva la adquiere en las últimas décadas del siglo XIX, generalizándose su uso hasta mediado del siglo XX. Su copa cilíndrica va forrada de terciopelo menos en la parte superior, su ala curva permite disponerla de varias maneras. Se ata bajo el moño por fuera del pañuelo.
Isla de La Palma
La mujer palmera rodeaba su cara con la gasa o toca al más puro estilo medieval, cubriéndose con montera de lana de varios tipos, sombrerillo de fibra vegetal o sombrero de fieltro de copa alta y ala grande, según las ocasiones. La camisa solía ir guarnecida en los puños con bordados en realce de color blanco. Usaban sayas de lana de colores lisos y sobrios o las de seda, color grana, para las fiestas. Las enaguas de lienzo iban guarnecidas en el bajo ruedo con bordados negros a punto de cruz.
El hombre usaba la montera de capa o embozar, realizadas en lana. Sombreros de palma, y en las ocasiones especiales de fieltro negro. Otra prenda muy usada para las faenas eran los zamarrones (mandiles de lino o cuero). La anguarina (especie arcaica de abrigo) se mantuvo en uso hasta finales del siglo XIX, llevada como prenda de abrigo y de ocasiones especiales.
Isla de La Gomera
En el caso de la Gomera esta indumentaria trasluce las seculares pautas de austeridad que caracterizaron la vestimenta de la isla. Están basadas en la obra de Alfred Diston y Olivia Stone que las pintan y describen en el siglo XIX. Se confeccionaban con tejidos de la isla siendo muy característico el color gris del atuendo del hombre.
La mujer usaba un sombrero de palma con pañuelo de color amarillo. La camisa de algodón blanco sigue patrones de finales del siglo XIX. Se ajusta el talle con un cuerpiño de haldetas, de color negro.
La saya, de color azul marino de lana, la roja (usada por las mujeres cuando tenían la regla)y bajo esta la blanca. Se calzan con botas de cuero largas sin botones.
El hombre utiliza chaqueta corta y pantalón negro, camisa blanca, sombrero y calzados negros, en los más antiguos se le añadía el calzón y los calzoncillos.
Isla de El Hierro

Quizás las prendas más peculiares e infrecuentes en los atavíos de los trajes típicos canarios son los manguitos confeccionados de lana del país y adornados con cintas cosidas, bordados muy simples y botones de vivos colores. Llegaban hasta por encima del codo y en ellos se introducían las mangas de la camisa.
Los hombres usaron, en su traje típico, la montera cónica hasta principios del siglo XX, unas veces erguida y otras caída hacia un lado. También gastaron la capa al estilo español con la esclavina (capa pequeña) y otros tipos de capotes. Los majos de cuero y luego de cubiertas de automóviles se llevaron hasta mediados del siglo XX.
En cuanto a la indumentaria de los bailarines de La Virgen de Los Reyes, fue exclusiva de los varones, pero hoy es usada también por las feminas. Este traje típico consta de gorro cilíndrico adornado con plumas de pardela o flores de diferentes materiales, prendas de bisutería y cintas de colores; capa pequeña, lazo o corbata al cuello, faja, delantal y refajo de color rojo, camisa, enagüilla muy adornada, pantalones y calzado, todos de color blanco.
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