La vecina isla de Tenerife, con el Teide emergiendo sobre las nubes, es visible desde muchos puntos de La Gomera. La proximidad entre ambos mundos, separados apenas por un brazo de mar, nos evoca uno de los mitos más hermosos del folclore popular canario.
Las historias de amores imposibles son una constante en el acervo cultural de la Humanidad. Y, en La Gomera, se cuenta una de estas trágicas historias, que hoy da nombre, además, al lugar más emblemático de la Isla. La historia de dos jóvenes que, como Romeo y Julieta, prefirieron quitarse la vida antes de tener que vivir separados para siempre, ha calado hondo en la memoria colectiva de la Isla.
Entre las múltiples versiones del mito, la más conocida tiene como protagonistas al príncipe tinerfeño Jonay y a la princesa gomera Gara. Atraído por su inmortal belleza, y presintiendo que en la isla de La Gomera lo esperaba el amor de su vida, Jonay cruza el mar con dos odres de cabra y se presenta ante la princesa. Ella lo rechaza, pues no puede aceptar palabras de un extraño, y, además, tiene prohibido relacionarse con hombres que no sean de su estirpe. En consecuencia, Jonay es apresado por su osadía. No obstante, Gara, sabe que su amor es verdadero y reconsidera su posición. Libera a Jonay, determinada a marchar con él a Tenerife. Pero no lo consiguen, y son perseguidos por los isleños hasta quedar arrinconados en el punto más alto de la isla.
Allí, resueltos a no renunciar a su amor y a no entregarse, arrancan una rama de brezo y la afilan por ambos extremos. Apoyándola sobre sus pechos, se funden en un abrazo mortal. El silencio estremeció la isla. Y ese lugar, donde se selló el destino de los infortunados amantes, se llamó, desde ese momento y para siempre, Garajonay.
ORÍGENES DEL MITO
Los orígenes del mito de Gara y Jonay, probablemente, tiene sus raíces en la perpetuación, a través de la oralidad, de las reglas de la sociedad aborigen.
www.miradoreslagomera.com
.png){kind=spacer}
.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario